«Bobby»: la paz, la violencia y un reparto en estado de gracia

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Como habréis visto, voy de cine en cine. Mañana, seguramente, iré a ver Juegos secretos y el domingo Diamante de sangre. Y ayer, le tocó a Bobby, dirigida por Emilio Estévez. Ante todo, decir que nos encontramos ante un magnífico film, con intenciones más que buenas y un reparto, que sin duda, se merece recibir el nombre de sobresaliente.Hablar de política, señoras y señores, es muy, pero que muy difícil. O mejor dicho: retratar la política estadounidense en una pantalla de cine es increíblemente complicado. Uno puede expresar su opinión mediante el más absoluto patriotismo (he aquí films como Braveheart, de Mel Gibson) o bien, mostrar su lado más demócrata, como, en este caso, Emilio Estévez. Yo, personal y evidentemente, me decanto por los ideales del segundo, y por ello, he disfrutado (sobretodo en su parte final) con Bobby, el film más maduro (y famoso) de este, desde hace bien poco, gran director.
Aunque uno, también, puede retratar sus pensamientos políticos centrándose, únicamente, en los acontecimientos, o bien, añadiendo a la trama política una serie de historias entrecruzadas con un mensaje, medianamente político, cada una. Y la película de Estévez, para rematar, utiliza dos aspectos con sus respectivas importancias: el asesinato de Robert F. Kennedy y las vidas de cada una de las personas que se encontraban en el hotel donde murió. Y esto, la verdad es que sólo hace que mejorar la calidad de la película. Además, dejando de banda la estructura tradicional de un film sobre un acontecimiento político, empieza narrando todo lo que pasó el día antes, y, concluyendo, el asesinato, dejando paso a un discurso (en off) de Kennedy totalmente maravilloso. Así que nos queda un guión, escrito por Estévez, totalmente increíble, escrito a medida, cuasi perfecto. Quizás el único fallo que le encontraría sería ese leve bajón de ritmo en medio del metraje o la parcialidad que se les da a las historias, aunque quizás lleva razón contando más unas que otras, pues son de mayor importancia y más provechosas.

Todo buen guión cinematográfico se merece un buen reparto. Y he aquí, probablemente, el mejor reparto del año. Decir que cada uno de los intérpretes que aparecen en Bobby está sublime, aunque yo, destacaría especialmente a algunos: Anthony Hopkins, mostrando, por enésima vez, sus grandes dotes interpretativos y, aquí, haciendo el papel de un veterano mayordomo del hotel, el cual ha vivido muchísimos momentos importantes en la historia; Sharon Stone, dejando los cruces de piernas y secuelas absurdas, metiéndose en uno de los papeles más trabajados del guión y ofreciéndonos una actuación inmejorable; William H. Macy, haciendo un papel no muy corriente dentro de su filmografía, pues interpreta al dueño del hotel, con una amante por en medio; Christian Slater, aunque parezca mentira, está espléndido. Aunque su papel no sea agradable, la interpretación que nos ofrece es increíble; Laurence Fishburne, en uno de sus mejores papeles, dando vida a un cocinero con una personalidad y moral que sobrepasan lo normal. Probablemente sea el personaje que más me ha gustado; Freddy Rodríguez, también, en su mejor interpretación, llena de sensibilidad y, a la vez, seguridad; Lindsay Lohan, definitivamente, en el mejor rol que ha hecho hasta la fecha. Su papel es encantador, valiente, arriesgado, lleno de pasión, etc; Helen Hunt, como pareja de Martin Sheen. Ambos están espléndidos, aunque sus papeles no tienen demasiada profundidad (y esto, es, precisamente, lo que quiere conseguir el director); y todos los demás, que, como he dicho, también están espléndidos, como Demi Moore (aunque tampoco os lo creáis), el propio Emilio Estévez, Elijah Wood, Brian Geraghty y Shia LaBeouf (los que se toman un porro de más), Nick Cannon, Heather Graham o Jacob Vargas (el mexicano que se pelea con Fishburne en la cocina).

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A parte del impresionante guión y el sobresaliente reparto, Bobby presenta unos aspectos técnicos igual de inmejorables. Desde la perfeccionista fotografía, llevada a cabo por Michael Barrett, al increíble montaje, hecho con precisión y sentido rítmico. También destaca la música de Mark Isham, aunque me quedo con la canción Never gonna break my faith (nominada al Globo de Oro).

En resumidas cuentas, podríamos decir que Bobby es un film magnífico, sin apenas fallos importantes, con un reparto coral absolutamente brillante y una dirección y un guión que merecen un aplasuo bien grande. ¡Sigue así, Emilio!

Lo mejor todos los actores y el cuidadísimo guión.
Lo peor que, pese a sus 120 mintuos, se hace corta.
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3 Respuestas a “«Bobby»: la paz, la violencia y un reparto en estado de gracia

  1. Pues sí, se hace corta!!
    El final me pareció soberbio, los actores y el montaje más de lo mismo!!

    Una agradable película ignorada en los Oscar…

    SALUDOS!

  2. Espléndida crítica. Me habría gustado verla, pero me temo que ya es imposible. Otra (ya va un buen montón) que se queda para el videoclub.

    Saludos!!

  3. Al igual que a tí, a mí también me gustó mucho, colgué en su día la crítica en mi blog. Curioso el elenco de actores demócratas todos que hacen piña alrededor de una demócrata asesinado.

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