Este fue uno de los regalos cinéfilos que obtuve estas Navidades. Sin duda, la Edición Especial de El Silencio de los Corderos merece un 10 como nota, al igual que como película. El DVD presenta un larguísimo documental acerca de la película, numerosas escenas eliminadas y tomas falsas. A primera vista parecerá poco pero es que la duración de cada apartado es descomunal (¡me pasé toda una mañana viendo únicamente el Disco 2!). Pues bien, hoy me he decidido a hacer la crítica de la película, aunque no sea de estreno. Por algo el apartado se llama Críticas y no Críticas de estrenos.
Siendo como es la Academia de Hollywood, es difícil que una película de género thriller o suspense pueda llegar a ser la favorita en un año. A El silencio de los corderos le ocurrió, y no sólo se llevó varios premios, sino que fue, junto con la magistral Alguien voló sobre el nido del cuco, la única película de la historia de los Oscar con los premios más importantes: Mejor película, Mejor dirección, Mejor actor, Mejor actriz y Mejor guión (en este caso adaptado). Estos cinco Oscar fueron, para mi, unos de los muchos reconocimientos que obtuvo. Tanto la crítica como el público la adoraba y fue un éxito en taquilla. Y es que se lo merecía.
Johnnathan Demme, que anteriormente había dirigido films de no muy buena calidad como Chicas en pie de guerra, Ago salvaje o Casada con todos, hizo, para mi, una de las mejores decisiones cinematográficas del momento: adaptar la primera novela de Thomas Harris, basada en el terrorífico personaje Hannibal Lecter, titulada El silencio de los corderos. Y la llamo sabia decisión por varias razones: el personaje masculino de la obra es simplemente perfecto (un psiquiatra que se come a sus pacientes) y el femenino está perfectamente dibujado (una policía novata que sin embargo, no se deja guiar por los demás, y en este caso, por el doctor Lecter). Además, la estructura del guión es magistral y tiene uno de los finales más controvertidos que se hayan visto. Así que a Demme le sobraban motivos para rodar el film. Una vez lo hizo, acompañado por el guionista Ted Tally (que adaptó la novela a la perfección), por uno de los mejores directores de fotografía que haya en la indústria cinematográfica, Tak Fujimoto y de los productores Kenneth Utt, Edward Saxon y Ron Bozmann, el éxito que obtuvo fue totalmente inesperado. Según cuenta, el film iba a ser uno del montón, sin pretender ganar premio alguno ni nada por el estilo. Y así acabo, igual que Casablanca.
Aunque el punto fuerte del film se centra en el dúo protagonista: Anthony Hopkins y Jodie Foster, interpretando a Hannibal Lecter y Clarice Starling, respectivamente. Aunque en un principio, el actor que iba a interpretar al caníbal era Gene Hackman, el cual también se ofreció como director. Pero más tarde, por extremadamente fuerte que le parecía la propuesta (en el sentido del género), decidió rechazarla. También tuvo la oportunidad de interpretar a Clarice Michelle Pfeiffer, aunque luego la rechazara. ¿Os imagináis a Hackman como Lecter? ¿Y a Pfeiffer como Clarice? Hombre, supongo que todos diréis que no, pues las dos sublimes interpretaciones que nos regalaron Hopkins y Foster son inmejorables, pero yo creo que si dejáramos de banda esto, no hubiera quedado nada mal.
Podría afirmar que si Anthony Hopkins no hubiera interpretado este papel no tendría el prestigio que tiene ahora. Su impecable -y breve, ya que aparece sólo 25 minutos- trabajo creó un «miedo» global y una euforia por parte del público. Además, como he dicho anteriormente, se llevó el merecidísimo Oscar al Mejor Actor. Sus diálogos con Jodie Foster son sencillamente impecables, carecientes de fallos algunos. El famoso quid pro quo que le propone Lecter a Starling es simplemente magistral y a partir de él se crea toda la química que hay entre los dos. ¿Y qué decir de Jodie Foster? Pues lo mismo que de Hopkins. Este sea, probablemente, el mejor papel de su carrera. Débil, aparentemente, pero sin duda es una mujer fuerte (psicológicamente), novata pero a la vez ambiciosa profesionalmente y nada indecisa. Se ven, en el film, varios flash-backs de cuando era niña, que fue cuando sufrió el fallecimiento de su padre, al que recuerda en varios momentos. Quizás las mejores escenas de ella sean la del sótano en casa de Buffalo Bill (¿os acordáis de las gafas nocturnas?) y las conversaciones con Lecter («quid pro quo, Doctor, do you remember?»).
En definitiva, decir únicamente que El silencio de los corderos es una absoluta obra maestra que ha pasado ya a la historia del cine, debido a las grandiosas interpretaciones de Hopkins y Foster y un guión sublime. Ah, se me olvidaba! La mejor secuencia de la película es, sin duda, la de la máscara y la ambulancia… (¿os acordáis, no?).
Lo mejor Hopkins, Foster y el guión.
Lo peor nada.
Valoración